Los automatismos forman parte de nuestra vida diaria, facilitándonos el movimiento de diferentes elementos que, bien por su peso o sus dimensiones, sería imposible su accionamiento manual.
El caso más frecuente es el automatismo relacionado con las puertas de garaje, donde mediante un mando, se acciona un motor que eleva o desliza la puerta.
Gracias a los avances tecnológicos en el ámbito de la domótica, cada vez podemos encontrar un número mayor de automatismos en las viviendas, que aunque se instalan en elementos que anteriormente se accionaban de forma manual, facilitan su uso y mejoran la comodidad de la vivienda.
Las principales aplicaciones de los automatismos, fuera del ámbito industrial, son los siguientes: